11 may 2009

Deje que las sombras de la oscuridad me rozaran, quise sentirme tuya por un momento, deje a la suerte lo nuestro, y por fin pactamos nuestro encuentro. En ese sueño donde las cosas eran perfectas, las miradas lo decían todo, los pestañeos eran susurros, con una palabra rayaba de la demencia. Desde entonces soy tuya, muero por tenerte cerca mío, amanecer con vos en las mañanas y sentir tu respiración en mi oído. Saber todos tus temores, y conocer de memoria tusdefectos, es parte de amar a alguien, ese alguien que llevo dentro.
No quiero que te sorprendas cuando te digo que te amo. Es solo una oración en los párrafos de nuestra historia.

   

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