Nadie creía que podía pasar, hasta que sucedió. Las luces de los coches reflejaban las intensas gotas que derramaba el cielo. Las bocinas empezaban a derrochar sus primeras manifestaciones de desesperación y los parabrisas comenzaban a danzar a la par de la lluvia. No era para menos, el y ella sabían muy bien que era lo que pasaba, y todas alrededor lo comenzaron a notar a la par que de a poco lo iban asumiendo, otra vez volvían a vivir la misma película de todos los días.
23 mar 2009
Nadie creía que podía pasar, hasta que sucedió. Las luces de los coches reflejaban las intensas gotas que derramaba el cielo. Las bocinas empezaban a derrochar sus primeras manifestaciones de desesperación y los parabrisas comenzaban a danzar a la par de la lluvia. No era para menos, el y ella sabían muy bien que era lo que pasaba, y todas alrededor lo comenzaron a notar a la par que de a poco lo iban asumiendo, otra vez volvían a vivir la misma película de todos los días.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario